UNGÜENTO CAÑIZARES

Medicamentos antiguos

Del ungüento Cañizares a los parches Sor Virginia pasando por el Lápiz Termosán. La botica en casa o los jueves, milagro…

El final del siglo XIX y el primer cuarto del XX fueron especialmente prolíficos en cuanto a la aparición de todo tipo de “medicamentos” milagrosos que, debidamente consumidos en clave de automedicación,prometían sanar todo tipo de dolencias por complicadas que fueran.


Así pues, los catarros y toses más resistentes sucumbían ante la Solución Pautauberge, las vías urinarias, las impurezas de la sangre y la debilidad nerviosa sanaban radicalmente con los medicamentos del Doctor Soivré, un amplio catálogo de anomalías como la apoplejía, la parálisis, la angina de pecho, la vejez prematura y todas las causadas por la arteroesclerosis y la hipertensión se curaban “de un modo perfecto y radical “ y se evitaban por completo tomando Ruol, que además garantizaba eliminar el peligro de ser víctima de una muerte repentina.


Catarros y bronquitis eran eliminados por las pastillas Morelló, para el flujo blanco nada más eficaz que las Sales Timonadas de Mediana de Aragón mientras que el paludismo y la malaria eran masacradas por la Febricura vegetal del abate Hamon.


En otro orden de cosas, el Vigor Sexual Koch prometía “recobrar las fuerzas de la juventud” a los varones en horas bajas mientras que la epilepsia se aniquilaba tomando el gran remedio Epivomin.


Leyendo la publicidad del regenerador del cabello marca Paz que “vigoriza la raíz del pelo y puebla de nuevos cabellos las calvas parciales” no puede uno evitar acordarse de aquellos parlachines vendedores del Far West que acababan siempre corridos a pedradas huyendo del pueblo a lomos de una mula que tiraba de un carromato…


Comentario aparte merecen los ungüentos como el de la serpiente, el del tigre, etc. con especial mención al ungüento Cañizares fabricado por una familia valenciana de farmacéticos cuya cuarta generación ha conseguido producirlo nuevamente tras varias décadas de desaparición.De probada eficacia desde 1896, el ungüento Cañizares es un clásico para el tratamiento de abcesos, fístulas y golondrinos y de singular utilidad para la extracción de astillas.


La pasta Pedal para el tratamiento de los callos, el lápiz Termosan para dolores reumáticos y la inefable Agua del Carmen merecen capítulo aparte que prometemos editar próximamente.

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